Caso de éxito: Legacy

“En Anura nos encontramos con gente distendida, muy segura de lo que hace y ofrece”

Legacy es una empresa que diseña y crea su propia línea de indumentaria que está dirigida a hombres y mujeres. Sus prendas se caracterizan por tener un estilo muy cuidado, donde la elegancia y el buen gusto se mantienen aun eligiendo un look más casual. Nace en la década del 70 y actualmente cuenta con 25 locales propios como así también franquicias, clientes exclusivos y multimarca distribuidos por todo el país. En total en la empresa trabajan más de 220 empleados.

El trabajo diario de la parte productiva, logística y administrativa se lleva a cabo en cuatro sedes distintas: el diseño de la prenda se realiza en Tortuguitas para luego comenzar con la producción en las plantas ubicadas en Buenos Aires y Luján. Una vez creada, finalmente vuelve a Tortuguitas desde donde se hace la distribución de la mercadería a los locales. La administración se encuentra en Martínez.

Entre estas plantas hay una constante comunicación, en especial entre Luján y Martínez, considerados puntos críticos por la cantidad de consultas que se realizan en el día. El sistema de telefonía Lujan está montado sobre una central analógica antigua, mientras que en Tortuguitas cuentan con internos IP adicionales a la central que poseen en Martínez.

Legacy contaba con 80 internos en una central IP costosa y sofisticada que, si bien les resultaba funcional, tenían en mente realizar un cambio donde se pudiera optimizar los costos sin perder la calidad de servicio.

Héctor Giliberto, gerente de sistemas de la compañía, cuenta que “se acercaba el vencimiento del contrato anterior y había que tomar una decisión en cuanto a si lo renovábamos o no. Justo coincidió que renovamos contrato con otro servicio y, al comentarles sobre el cambio que queríamos hacer en materia de telefonía, nos pusieron en contacto con Anura”.

“Nos comunicamos con ellos y a las 48hs se acercó a nuestras oficinas Sol Maunier (gerente de ventas de Anura), donde en una reunión de dos horas nos explicó todo lo que hacían, incluyendo los costos -que son notablemente inferiores a los que veníamos manejando- y un detalle de cada cosa que presupuestan. Ya desde ese momento nos pareció todo muy transparente” y agrega “nos encontramos con gente distendida, muy segura de lo que hace y ofrece; no nos mintieron en nada”.

El proceso de preventa continuó y ya en la segunda etapa, Anura envió en 24hs, 5 teléfonos sin costo para que puedan probar el servicio. Conectaron dos bajo la atenta mirada de los responsables de sistemas de Legacy, dejando los otros tres para que ellos mismos los instalen. “La conexión fue muy sencilla y no tuvimos ningún inconveniente” reflexiona Héctor sobre esta etapa.

“Cuando decidimos adquirir el servicio se planificó la migración de la central y nos pidieron los datos relevantes que son muy simples. La verdad es que, al venir de una central IP, fue todo muy sencillo. Alrededor de los 7 días nos dijeron que ya tenían todo configurado, no lo podíamos creer”.

Y rápidamente surgió un inconveniente anecdótico “teníamos los teléfonos nuevos, pero no donde instalarlos ya que nosotros a nivel empresa debíamos hacer un cambio interno que aún no habíamos finalizado”. Cuando Legacy concluyó con su parte, se realizó la implementación de los 70 internos en una jornada y “a la hora ya estábamos hablando todos por teléfono”.

Al ser consultado por la capacitación brindada para utilizar las terminales, Héctor recuerda que “fue en el día y con personal de Anura y de la empresa”. En cuanto a la mejora en la calidad de las llamadas, destaca que “las que más se dieron cuenta fueron las recepcionistas que hoy, en lugar de un teléfono con miles de botones, tienen una pantalla gráfica y le encontraron muy fácil la vuelta. La plataforma es drag and drop (arrastrar y soltar) y, por sobre todo, muy intuitiva”.

Hace 4 meses que Legacy trabaja con Anura y, además de considerarlo un excelente servicio, Héctor hace hincapié en la atención al cliente y la preocupación de la persona que atiende la llamada por solucionar el inconveniente. “Cuando vos tomás contacto con la gente de soporte, ellos están preparados para la ocasión. Es como que te atiende alguien de tu familia”.

Y destaca “la función de venta no terminó cuando pagamos, sino que continuó durante todo el proceso. Sol nos llamaba para preguntarnos como venía todo y el servicio técnico nos hizo un seguimiento durante el primer mes sin que se lo pidiéramos para informarnos el consumo de ancho de banda, la calidad de los enlaces y las llamadas, entre otros aspectos. Muchas veces la infraestructura no depende del servicio de Anura sino del proveedor del cliente. A pesar de eso, hemos llamado a consultar y la respuesta fue muy buena. Tienen mucha empatía e identifican rápidamente el problema para que lo podamos solucionar”.

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